Cuando empecé la dieta, lo primero que me dijo mi digestólogo fué : "Verás qué rápido te sentirás bien, además, la comida sin gluten es más sana”.
Pero, ¿realmente es así?
Hoy en día parece
que la dieta sin gluten ha dejado de ser la opción dietética obligada para
aquellos quienes sufrimos de intolerancia/sensibilidad al gluten, y convertirse
en un “régimen de moda” para muchos, bajo la falsa creencia que se "come
más sano y se adelgaza.”
De entrada
debemos tener claro que cualquier persona con alergia, intolerancia o
sensibilidad a un alérgeno, debe inmediatamente excluirlo de su entorno o
tratar de evitar el contacto con él, y en el caso de tratarse de un alimento,
debe además excluirlo de su dieta.
Evitarlo es una
cuestión de salud, no de capricho, y de no hacerlo puede conllevar serios
riesgos que comprometen desde el sistema inmunológico al sistema digestivo de
la persona que sufre dicha alergia/intolerancia.
En el caso de la
celiaquía, los estudios médicos aún no son concluyentes a la hora de determinar
sus síntomas, al menos no de una forma genérica, pues son diferentes según el
paciente, como tampoco son concluyentes al tratar de comprender de qué modo se
desencadena la enfermedad (predisposición genética, factores medioambientales,etc...),
pero sí se sabe que se trata de una intolerancia permanente al gluten, razón
por la cual debe excluirse de la dieta habitual, pues su consumo conlleva desde
lesiones en las vellosidades intestinales, a osteoporosis, o anemia perniciosa,o
dermatitis, y en caso graves, incluso a diabetes mellitus o resistencia a la
insulina.
Aunque algunas de
sus consecuencias en el organismo son irreversibles (como la diabetes o el
hipotiroidismo), otras pueden corregirse llevando un control de la dieta de por
vida, y esto significa tratar por todos los medios de evitar alimentos que
contengan gluten o trazas, y tener en cuenta la contaminación cruzada tanto al
manipular y como al cocinar los alimentos.
Se estima que una
persona que haga la dieta correctamente, tardará entre 3 y 5 años en recuperar
las vellosidades intestinales y mejorar su estado de salud general; por ejemplo
mejorará su digestión, aprovechando los nutrientes presentes en los alimentos,
lo que a su vez le ayudará a superar estados carenciales, no sentirse tan
cansado, tener mejor humor...
Por tanto, los máximos beneficiados al hacer la dieta sin gluten, son aquellas personas que presentan problemas a la hora de digerir dicha proteína.
Sin embargo, hay que tener presente que hacer dieta libre de gluten NO significa abandonar por completo la ingesta de alimentos que lo contengan, como por ejemplo: pan, pasta, bollería o salsas.
NO. La dieta sin
gluten NO significa dejar de comer carbohidratos, y de hecho, éstos son
fundamentales para proveer de energía a nuestro organismo y hacer que no nos
sintamos cansados con nuestra rutina diaria.
Los carbohidratos
son para nuestro organismo lo que el carburante para un motor = energía.
Los cereales, las legumbres, el azúcar, la miel, los frutos secos, la pasta seca, la fruta, las hortalizas, la verdura, etc…son carbohidratos que se transforman en azúcar y dan energía a nuestros músculos.
Los cereales, las legumbres, el azúcar, la miel, los frutos secos, la pasta seca, la fruta, las hortalizas, la verdura, etc…son carbohidratos que se transforman en azúcar y dan energía a nuestros músculos.
Hay carbohidratos
simples y carbohidratos complejos, y la distinción varía según su composición
química y la rapidez con que nuestro organismo los asimila y transforma en
azúcar.
Los carbohidratos
simples se encuentran habitualmente en fruta, leche y verduras, mientras que
los complejos los encontramos en legumbres, panes, cereales integrales y
verduras ricas en almidón.
Lo preferible es
comerlos con moderación y adecuadamente, es decir, no abusar de los azúcares
refinados y los alimentos procesados, p.ej. bollería industria, mermeladas,
frutas confitadas o salsas de bote, que a menudo aportan poco o nulo valor nutricional,
porque están enriquecidos con azúcar, grasas y conservantes. Siempre que se
pueda, se debe aumentar el consumo de cereales, fruta y frutos secos,
legumbres, hortalizas y verduras en su forma natural o cocinados en casa.
Por supuesto, de
vez en cuando, podemos darnos un capricho en forma de bollo o golosina, y a
pesar de su mala fama, no es necesario restringir el consumo de pan (en
especial si es de cereales y semillas variados o integral), pues es fundamental
en la dieta. Eso sí, que sea pan tradicional de panadería, no pan de molde o
precocinados.
Llegados a éste punto, queda claro que hacer dieta sin gluten no es igual a “dieta sin carbohidratos”, distinto es que algunos nutriólogos y dietistas pretendan hacer creer a sus pacientes que comer sin gluten "adelgaza, es más sano y van a vivir más años" : menudo slogan seria si fuera cierto.
Llegados a éste punto, queda claro que hacer dieta sin gluten no es igual a “dieta sin carbohidratos”, distinto es que algunos nutriólogos y dietistas pretendan hacer creer a sus pacientes que comer sin gluten "adelgaza, es más sano y van a vivir más años" : menudo slogan seria si fuera cierto.
Bajo mi punto de
vista, se es lo que se come, simplemente.
Y para empezar, los beneficios de la dieta sin gluten para una persona que no tolera ni digiere dicha proteína - junto con los buenos hábitos alimenticios -, son que se digiere mejor los alimentos, se aprovechan mejor los nutrientes, desparecen algunos de los síntomas que pueden acarrear pérdida de peso como la diarrea y el vómito, y a menudo ello se traduce en aumento de masa muscular y peso.
Y para empezar, los beneficios de la dieta sin gluten para una persona que no tolera ni digiere dicha proteína - junto con los buenos hábitos alimenticios -, son que se digiere mejor los alimentos, se aprovechan mejor los nutrientes, desparecen algunos de los síntomas que pueden acarrear pérdida de peso como la diarrea y el vómito, y a menudo ello se traduce en aumento de masa muscular y peso.
Evidentemente se
tendrá mejor calidad de vida si dicha persona lleva un estilo de vida saludable
y practica deporte de modo regular, o al menos camina cada día un mínimo de
30 minutos a paso ligero, duerme un mínimo de entre 7 y 9 horas al día, no fuma, no bebe en exceso...
Y cabe recalcar “vida sana”, porque si nos ponemos a analizar la comida sin gluten leyendo el etiquetado de ingredientes, en seguida nos daremos cuenta que engaña: casi cualquier alimento sin gluten, sea un pan de molde o un pan de baguette, como una madalena, o croissant o unas galletas, llevan sí o sí emulgentes y grasas vegetales, esto es la mayoría de la veces: aceite de palma, de coco, ácidos grasos y monodiglicéridos…. pero dá igual como lo llamen, es grasa, y para colmo la mayoría de las veces no se especifica si son o no hidrogenadas.
30 minutos a paso ligero, duerme un mínimo de entre 7 y 9 horas al día, no fuma, no bebe en exceso...
Y cabe recalcar “vida sana”, porque si nos ponemos a analizar la comida sin gluten leyendo el etiquetado de ingredientes, en seguida nos daremos cuenta que engaña: casi cualquier alimento sin gluten, sea un pan de molde o un pan de baguette, como una madalena, o croissant o unas galletas, llevan sí o sí emulgentes y grasas vegetales, esto es la mayoría de la veces: aceite de palma, de coco, ácidos grasos y monodiglicéridos…. pero dá igual como lo llamen, es grasa, y para colmo la mayoría de las veces no se especifica si son o no hidrogenadas.
Otro gran aliado
de la bollería sin gluten, es la goma guar o la goma xantana, que aunque
aparentemente no son tóxicos y ni dañinos para el organismo, no dejan de ser un
añadido más simplemente para mejorar la textura y el aspecto del producto.
¡Y qué decir de
los azúcares! cuando no leemos en la etiqueta lactosa, hay azúcar, o maltodextrina, o aún
peor, edulcorantes del tipo sacarosa, aspartame, xilitiol, sorbitol, maltitol…
y jarabes y siropes y más almidones! A fin de cuenta, todo azúcar.
Y en una madalena o un criossant, tenga un pase, pero ¿en un simple pan o una tostada? Pues ahí está.
Y en una madalena o un criossant, tenga un pase, pero ¿en un simple pan o una tostada? Pues ahí está.
Y si nos paramos
a pensar que son productos que se ingieren habitualmente, más nos vale llevar
un estilo de vida muy sano, o al cabo de unos años haciendo la dieta, los
michelines empezarán a hacer acto de presencia.
Entonces, ¿de
dónde nace el “mito” que comer sin gluten, es más sano?
Sencillamente, que cuando empezamos la dieta, no estamos aún seguros ni de lo que podemos comer, ni dónde adquirirlo, ni cómo manipularlo, etc, y optamos por sustituir los alimentos como la bollería, los bocadillos, el pan, la pasta, la pizza y la repostería, por otros alimentos "no procesados", y empezamos a cocinar cosas que sí son aptas y naturalmente libres de gluten como carnes, pescados, huevos, hortalizas, verduras o legumbres.
Además, cuando se empieza la dieta sin gluten, muchos nutricionistas recomiendan no abusar de los productos sin gluten aunque se tenga buena disponibilidad, pues éstos están elaborados con ingredientes a los que quizá no estemos muy acostumbrados, pues hasta ahora no formaban parte de nuestra dieta de forma habitual, y pueda ser que no nos sienten bien, necesitando nuestro estómago e intestinos un “período de adaptación”, como por ejemplo a la harina de maíz, o de soja, a los ácidos grasos, a los aceites de coco o de palma o linaza, y margarinas vegetales, a los edulcorantes y los jarabes de glucosa, fibras adicionales como la de guisante, la goma xantana o la goma guar…
Y otra gran (muy grande) razón por la cual se cree que el celíaco come mejor, es porque los productos sin gluten/dietéticos son carísimos, entre 3 y 4 veces más caros que sus homólogos “normales” o “no dietéticos”, razón por la cual no se compran habitualmente y se prefiere comer otros alimentos más económicos e igualmente saludables como yogures, fruta, frutos secos, cereales, leche, tortas...
Sencillamente, que cuando empezamos la dieta, no estamos aún seguros ni de lo que podemos comer, ni dónde adquirirlo, ni cómo manipularlo, etc, y optamos por sustituir los alimentos como la bollería, los bocadillos, el pan, la pasta, la pizza y la repostería, por otros alimentos "no procesados", y empezamos a cocinar cosas que sí son aptas y naturalmente libres de gluten como carnes, pescados, huevos, hortalizas, verduras o legumbres.
Además, cuando se empieza la dieta sin gluten, muchos nutricionistas recomiendan no abusar de los productos sin gluten aunque se tenga buena disponibilidad, pues éstos están elaborados con ingredientes a los que quizá no estemos muy acostumbrados, pues hasta ahora no formaban parte de nuestra dieta de forma habitual, y pueda ser que no nos sienten bien, necesitando nuestro estómago e intestinos un “período de adaptación”, como por ejemplo a la harina de maíz, o de soja, a los ácidos grasos, a los aceites de coco o de palma o linaza, y margarinas vegetales, a los edulcorantes y los jarabes de glucosa, fibras adicionales como la de guisante, la goma xantana o la goma guar…
Y otra gran (muy grande) razón por la cual se cree que el celíaco come mejor, es porque los productos sin gluten/dietéticos son carísimos, entre 3 y 4 veces más caros que sus homólogos “normales” o “no dietéticos”, razón por la cual no se compran habitualmente y se prefiere comer otros alimentos más económicos e igualmente saludables como yogures, fruta, frutos secos, cereales, leche, tortas...
De hecho, la cesta de la compra para un celíaco respecto a alguien que no lo
sea es 1.500euros más cara al cabo del año, y si para colmo añadimos (como en
mi caso y el de muchos) otra alergia, o una diabetes, o una hipertensión, id
buscando la calculadora porque los números “engordan” y no por efecto del
azúcar….
A mi modo de ver, y ésta es mi opinión personal, comer sin gluten no adelgaza per sé de no ser que se coma sano, variado, se practique algún deporte habitualmente, y se beba suficiente líquido : al contrario, si se abusa de los productos sin gluten, dado que la mayoría son procesados/industriales, y llevan muchos añadidos, lo más seguro es que aumentemos de peso.
A mi modo de ver, y ésta es mi opinión personal, comer sin gluten no adelgaza per sé de no ser que se coma sano, variado, se practique algún deporte habitualmente, y se beba suficiente líquido : al contrario, si se abusa de los productos sin gluten, dado que la mayoría son procesados/industriales, y llevan muchos añadidos, lo más seguro es que aumentemos de peso.
Para terminar, mi
propio ejemplo : cuando empecé la dieta, me costó ho-rro-res aumentar de peso y
masa muscular, me asustaba comer cualquier cosa procesada porque la ley de
etiquetaje todavía no obligaba a declarar los alérgenos ni las trazas, de modo
que algunos fabricantes especificaban el tema del gluten y los lácteos, pero
otros no, y donde resido, no había dietéticas con un buen surtido de productos
básicos.
Llevo ya cuatro años con la dieta, en Abril del 2014 hará cinco, y para mi sorpresa, actualmente consigo casi cualquier producto que me apetezca en su versión “sin” en los supermercados de mi zona, sin tener que desplazarme a dietéticas especializadas.
Llevo ya cuatro años con la dieta, en Abril del 2014 hará cinco, y para mi sorpresa, actualmente consigo casi cualquier producto que me apetezca en su versión “sin” en los supermercados de mi zona, sin tener que desplazarme a dietéticas especializadas.
No practico
ningún deporte, he dejado de fumar (¡ya hace un año, hurra yo!) bebo lo
suficiente, como dos veces por semana legumbres, una vez por semana cereales,
dos veces carne (una vez blanca, otra roja), dos veces pescado (una blanco y
otra azul), cereales un par, y ensaladas, fruta y verdura a diario.
Comida rápida
tipo pasta un par de veces al mes, pizza - si mi acuerdo de hacerla- una vez,
frituritas … ¿eso qué es lo que es?.
Alterno un par de
días bocadillo para el desayuno, con otro par de días de yogur con frutos
secos/cereales, o fruta, o embutido....
Y en los dos últimos años he engordado 6 kilos, y la mayoría de amigos/conocidos que siguen la dieta sin gluten sin saltársela ni incurrir en transgresiones, también han aumentado de peso, por el simple hecho que su organismo ahora asimila bien los nutrientes, antes no, y todo pesa hehehe.
Y en los dos últimos años he engordado 6 kilos, y la mayoría de amigos/conocidos que siguen la dieta sin gluten sin saltársela ni incurrir en transgresiones, también han aumentado de peso, por el simple hecho que su organismo ahora asimila bien los nutrientes, antes no, y todo pesa hehehe.
De todos modos, y
dado que yo pesaba 46 kilos con 1.64 cm de estatura, mis 52kilitos aún siguen
pareciéndole poco a mi doctora, pero a mi me fastidian lo suficiente para hacer
que no me abroche ningún pantalón, tenga que comprarme ropa nueva (y con ésta
crisis y éstos precios, ¡no apetece hacer “más” gasto!) y que mis sueters
me hagan parecer wonderbra-woman (ehem).
Pero yo? contenta,
oiga.
Saludos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja aquí tu comentario o sugerencia