Cuando se tiene que excluir el lácteo y el gluten en la dieta, a menudo se tiende a pensar que tenemos que dejar de comer ciertas cosas que solíamos comer habitualmente, y sea por desconocimiento o por aburrimiento, muchas personas terminan por saltarse la dieta al creerla demasiado restrictiva o limitada, y no adaptarse a ella : craso error.
Poco a poco ya ha hemos visto como casi siempre tenemos un producto "sustituto" en su versión "sin" al que solíamos comer, de modo que en absoluto tenemos que privarnos de una dieta absolutamente equilibrada, variada y, porqué no, con algún que otro capricho.
Así, los productos lácteos tienen su mejor sustituto en los productos de soja, pues ésta leguminosa se puede fermentar igual que la leche, obteniendo resultados igualmente beneficiosos.
Gracias a la soja encontráreis margarinas vegetales, yogures, nata para cocinar, nata para montar, quesos... Y sin duda una marca de referencia en la elaboración de productos a base de soja sustitutivos de los lácteos, es Provamel.
Los productos Provamel son 100% garantizados de origen vegetal, por lo que son aptos tanto para dietas veganas/vegetarianas como para alérgicos a la proteína de la leche e intolerantes a la lactosa. Además, los productos Provamel también son garanitzados sin gluten, si bien ya sabemos que no es lo mismo que la soja esté naturalmente exenta de gluten, que durante la elaboración y procesado de los productos, pueda contaminarse: Provamel garantiza que sus productos son exentos de gluten.
Por último, la mayoría de sus productos son de procedencia ecológica, garantizando también que su método de elaboración es respetuoso con el medio ambiente.
Por último, la mayoría de sus productos son de procedencia ecológica, garantizando también que su método de elaboración es respetuoso con el medio ambiente.
* nota : para que un producto se considere probiótico, éste debe reunir varios requisitos, entre ellos : a) ser una preparación o producto que contenga microorganismos definidos, conocidos, vivos y en cantidad suficiente para alterar la flora en alguno de los compartimentos del huésped, produciendo efectos beneficiosos sobre su salud, y b) presentar una concentración de 10 elevado a siete unidades formadoras de colonias (UFC) por gramo de deposiciones, que es la cantidad mínima que debe estar presente para obtener una respuesta o beneficio a nivel intestinal. Las bacterias deben sobrevivir pues a la acción de los jugos gástricos y ácidos presentes en el tracto gastrointestinal.
De ello se deduce pues que NO todos los productos lácteos son probióticos, sólo aquellos a los que se ha añadido éstas bacterias.
Aunque la comunidad científica no se pone de acuerdo en si los probióticos realmente proporcionan o no algún beneficio al consumidor, hay estudios que han demostrado que éstos pueden ser de ayuda en casos de severa diarrea, o coadyudantes en los tratamientos de antibióticos, también porque refuerzan el sistema inmunológico...
El único punto a la contra en éste caso, es a mi ver, que al ser un producto de soja no es muy bien tolerado por muchas personas, no sólo aquellas alérgicas, pues al tratarse de una leguminosa puede ocasionar gases o flatulencias ocasionales.
Como todo probiótico, su consumo debe ser moderado y ocasional, de éste modo se evitará añadirle los molestos síntomas provocados por la soja, aunque tratándose de un producto fermentado, éstos tienden a ser menores que no los que provocan otros productos elaborados con la leguminosa como la leche o los brotes consumidos frescos, que al contenter rafinosa y estaquiosa provocan dichas molestias: recordad que el tracto digestivo humano no está preparado para digerir bien la soja "cruda" precismente porque no tiene las enzimas necesarias para eliminar dichos azúcares, de ahí que los países consumidores de soja la tomen en formato "fermentado" como el tempéh, el miso o el tofu, que son mucho más digestivos.
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